... es mi tiempo.

Y sin querer he anudado mi cuerpo, para que nada le pueda entorpecer. He tapado mi boca y ya no respiro. El aire que dentro tenia lo he tragado, pero a mi estomago no ha llegado, tambien estaba cerrado.

Los parpados bajados y mis oidos taponados, ya no veo la aurora en la mañana ni oigo las olas del mar en la noche.

He parado mi reloj, me tomo su tiempo, mi tiempo... lo administro a mi gusto y pauso los segundos primero, para cancelar el correr del del minutero despues y esa pequeña aguja que me decia las horas, inmovil, quieta e inerte esta.

Hoy reposo en mi paz, recorro cada poro de mi cuerpo comprobando la elasticidad de mi piel, para enroscarme en mi misma y pequeñita poderme hacer.

Lleno la bañera de tibia agua aromatizada de montones de sales de colores, con ricos olores... quito el tapon del desague y en el remolino del transparente liquido me cuelo por el sumidero...

... es una experiencia nueva, me da tiempo a pensar, reposar y mitigar las ansias de quererme volver a parar, para volver a emerger en el rincon preferido de mi mar, nadando como nunca, con brio renovado, con fuerza inusitada, con elegancia esmerada.

Llego a la playa, cargada de sal en mi piel, curtida por el sol, marcados mis musculos desarrollados en el largo trecho recorrido, vuelvo a mi hogar, me meto en la misma bañera, mi punto de partida, dejo el agua correr, para esta vez no volverme a colar.

Ahora estoy fresca, limpia, con mi piel al natural... pondre en marcha el tiempo, el mio ya me lo tome, seguire alla donde mis pasos me lleven, con prisa, con pausa, rauda, despacio, precoz, corriendo, pero uno tras otro mis pies andaran, ya no se pararan.

Siempre hay un tiempo para TODOS, siempre hay un tiempo para TODO.

Tomatelo, yo cogi el mio.